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Dear reader,
Two decisive presidential elections took place in Latin America in the last month. Andrés Manuel López Obrador prevailed in Mexico's election, raising hopes for progressive change, while in Colombia Ivan Duque, an ally of hard-right former president, Alvaro Uribe, won the election.
Drug-related issues were influential in both campaigns – although the two new leaders are likely to have very different approaches.
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Police destroy a cocaine lab in Colombia. Photo credit: Flickr/Policía Nacional de los colombianos
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Worldwide, the war on drugs has resulted in multiple human rights violations. People who use drugs and small time dealers have been victims of extrajudicial killings in the Philippines under President Rodrigo Duterte, where an anti-drug crackdown has claimed more than 12,000 lives.
The trend is spreading. Law enforcement agents have recently been accused of human rights violations and killings of people involved in drug-related offences in both Bangladesh and Indonesia.
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It is not all doom and gloom, however. The global community is waking up to the need for drug policy reform and respect for human rights. The trend is best seen in the changing discourse around the regulation of Cannabis. After Uruguay legalised the cultivation of cannabis in 2013, Canada followed suit with the recent passing of Bill C-45 in 2018, which legalises the use of cannabis for people over the age of 18. To the immediate south, more than a fifth of the US population already lives in states with a legally-regulated cannabis market.
The Netherlands is finally moving to establish a transparent supply chain for cannabis, thus dealing with an irregularity that has dogged the industry. The move comes at the instigation of local municipalities. Other European countries, such as Luxembourg and Switzerland, have moved closer to regulating the medicinal use of cannabis.
States in the Caribbean community are seriously reconsidering the prohibition of cannabis, using Jamaica as a point of reference. Based on recommendations from the CARICOM Regional Commission on Marijuana, the recently held 39th CARICOM Heads of Government Meeting in Jamaica expressed clear support for reclassification and law reform at the national level for CARICOM members who want to change their domestic policies.
Meanwhile in Myanmar and Thailand, lessons from their extremely repressive history are pointing to some first cautious drug law reforms in the opposite direction. Authorities in Thailand, for instance, are moving closer to allowing the legal cultivation of cannabis, opium, and kratom for medicinal purposes.
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While the global discussion around drug policies has become increasingly polarised, overall modernisation of the international drug control regime is needed, with more focus on harm reduction rather than repression, and in line with human rights obligations.
Transnational Institute’s Drugs & Democracy Programme Team
TNI has done extensive work on human rights and drug control and is proud to be part of a growing global reform movement, as showcased by the unprecedented amount of actions in 224 cities and 99 countries for the ‘Support. Don’t Punish’ campaign on UN World Drug Day (June 26) this year.
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Apreciado lector, apreciada lectora:
El mes pasado se celebraron dos elecciones presidenciales decisivas en América Latina. Andrés Manuel López Obrador se impuso en las urnas en México, alimentando así la esperanza de que se produzcan cambios progresistas en el país, mientras que Iván Duque, aliado del expresidente conservador Álvaro Uribe, ganó en Colombia.
Las cuestiones relacionadas con las drogas fueron importantes en ambas campañas, aunque es probable que ambos líderes planteen enfoques muy diferentes al respecto.
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La policía destruye un laboratorio de cocaína en Colombia. Photo credit: Flickr/Policía Nacional de los colombianos
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La guerra contra las drogas ha dado lugar a numerosas violaciones de los derechos humanos en todo el mundo. En Filipinas, las personas que usan drogas y los pequeños traficantes han sido víctimas de asesinatos extrajudiciales desde que Rodrigo Duterte asumió la presidencia, y la represión contra las drogas se ha cobrado más de 12 000 vidas.
La tendencia va al alza. Tanto en Bangladesh como en Indonesia se ha acusado recientemente a agentes de la policía de cometer violaciones de los derechos humanos y asesinatos de personas implicadas en delitos de drogas.
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Sin embargo, no todo es pesimismo. La comunidad internacional cada vez es más consciente de que es necesario introducir reformas en las políticas de drogas y garantizar el respeto de los derechos humanos. Este cambio de perspectiva se pone especialmente de manifiesto en torno a la regulación del cannabis. Después de que Uruguay legalizara el cultivo de esta planta en 2013, Canadá ha seguido su ejemplo con la aprobación del proyecto de ley C-45 en 2018, que legaliza el uso de cannabis entre mayores de 18 años. En el país vecino, los Estados Unidos, más de una de cada cinco personas vive en estados con un mercado de cannabis regulado.
Los Países Bajos están dando pasos para establecer una cadena transparente de suministro para el cannabis, con lo que intentan resolver una irregularidad clave del sector. La iniciativa se está impulsando desde los municipios. Otros países europeos, como Luxemburgo y Suiza, han tomado medidas para regular el uso medicinal del cannabis.
Los Estados de la comunidad caribeña están replanteándose seriamente la prohibición del cannabis, siguiendo a Jamaica como caso de referencia. Basándose en las recomendaciones de la Comisión Regional sobre Marihuana de la CARICOM, en la 39ª Reunión de Jefes de Gobierno de la CARICOM que tuvo lugar recientemente en Jamaica se expresó un claro apoyo a reclasificar la sustancia y a que los Estados miembros que deseen modificar sus políticas introduzcan reformas jurídicas a escala nacional.
Mientras tanto, en Myanmar y Tailandia, lo aprendido de su historia de represión extrema apunta a unas primeras reformas cautelosas en materia de leyes de drogas que van en la dirección contraria. Por ejemplo, las autoridades tailandesas están dando pasos para facilitar el cultivo legal de cannabis, opio y kratom con fines medicinales.
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La modernización del sistema |
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Aunque los debates internacionales en torno a las políticas de drogas se han ido polarizando cada vez más, se necesita una modernización general del régimen internacional de control, de forma que este se oriente más a la reducción de riesgos y daños que a la represión, y que esté en sintonía con las obligaciones en materia de derechos humanos.
Equipo del programa Drogas y Democracia del Transnational Institute
El TNI lleva muchos años trabajando en el ámbito de los derechos humanos y el control de drogas y se enorgullece de formar parte de un movimiento creciente a favor de la reforma global, como demostró la cifra récord de acciones que se organizaron este año en 224 municipios de 99 países en el marco de la campaña ‘Apoye. No castigue’, con motivo del Día mundial de la ONU contra las drogas, el 26 de junio.
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¿Te gustaría saber más sobre todos estos temas? Si la respuesta es que sí, te invitamos a seguir un nuevo curso en línea totalmente gratuito, ‘Drogas, uso de drogas, políticas de drogas y salud’, creado por la Universidad de Ginebra y que cuenta con la participación de Martin Jelsma, director del programa Drogas y Democracia del TNI.
(El curso se imparte en inglés, pero ofrece subtitulos en español, francés y ruso.)
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