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Apreciado lector, apreciada lectora:
Canadá prevé legalizar y regular el cannabis para uso no médico en julio de 2018 y, por ese motivo, el Gobierno canadiense se está viendo sometido a una creciente presión para abordar los desafíos que plantea esta medida con respecto a los tres tratados de fiscalización de drogas de las Naciones Unidas, que establecen los derechos y las obligaciones de los países en materia de sustancias psicoactivas. Los expertos, por lo general, coinciden en que legalizar la producción, la venta y el consumo de cannabis con fines no médicos no es compatible con esos tratados, que permiten regular el cannabis exclusivamente para propósitos “médicos y científicos”. ¿Significa esto que, para poder seguir adelante con sus planes, Canadá debe retirarse del sistema de fiscalización de drogas de la ONU?
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Sí, la legalización del cannabis rompe los tratados. Podemos lidiar con eso. |
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Os invitamos a leer más sobre el tema en este artículo de opinión, publicado recientemente por Tom Blickman, analista experto en políticas del TNI, y Martin Jelsma, director del programa Drogas y Democracia del TNI.
Leer más.
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El programa Drogas y Democracia del TNI, creado en 1996, analiza las causas de raíz de la producción y el consumo de drogas, y aboga por políticas fundamentadas en pruebas empíricas y que respeten los derechos humanos de las personas que usan drogas y de quienes las producen.
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